Mosca Blanca

Mosca Blanca - Plagas del cannabis

Mosca Blanca

La mosca blanca, es un pequeño insecto alado que posee un aparato bucal del tipo picador-suctor y que en distintas fases de su ciclo se alimenta de contenidos celulares de la planta de cannabis.

Se considera una de las plagas más importantes en los cultivos en todo el mundo, debido a las graves infestaciones que producen y su difícil control por los métodos tradicionales.

Las moscas blancas excretan una sustancia pegajosa azucarada conocida como rocío de miel o melaza, que cubre las hojas y en determinadas cantidades puede taponar los estomas reduciendo así la transpiración. Además esta melaza puede servir de alimento a otros insectos como las hormigas y para otros microorganismos como los hongos.

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Caracteristicas para diferenciar las dos especies de mosca blanca que afectan al cannabis (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci):

  • Durante el estadio de falsa pupa se pueden observar las diferencias morfológicas entre las dos especies: las pupas de Trialeurodes vaporariorum están provistas de vellosidades muy desarrolladas recubriendo la zona dorsal del cuerpo. Mientras que en la especie Bemisia tabaci estas vellosidades son menos significativas.
  • Los adultos de Trialeurodes vaporariorum tiene mayor tamaño y una forma más triangular que las Bemisia tabaci.
  • El color más blancuzco de los adultos de Trialeurodes vaporiorum pueden utilizarse también como característica para diferenciar la especie.

Propagación y daños de la mosca blanca

En la especie Trialeurodes vaporariorum el tiempo que transcurre desde huevo a adulto puede durar unos 20-25 días a unos 30ºC y más de 30 días a 20ºC.

Mientras que en la especia Bemisia tabaci a 20ºC el desarrollo puede durar unos 60 días, a 25ºC unos 30 días aproximadamente, mientras que a 30ºC se reduce a tan sólo 20 días.

El numero de huevos oscila desde pocas decenas hasta centenas en condiciones favorables de temperatura.

Además de la temperatura, la variedad cultivada también es un factor influyente para propagación de la mosca blanca.

La humedad tiene muy poca influencia sobre el desarrollo de poblaciones de moscas blancas. En cambio, la temperatura ambiental tiene una repercusión fundamental en todos los procesos metabólicos del insecto, tanto los embrionarios como los postembrionarios.

Estas especies tiene un aparto bucal en forma de estilete muy fino y largo, que le permite alcanzar los conductos floemáticos de las hojas y alimentarse de la savia elaborada.

Las picaduras de alimentación son visibles al ojo humano. Aunque pueden aparecer manchas manchas cloróricas circulares en el haz de las hojas del cannabis que pueden indicar la presencia de larvas en el envés. Esta pequeñas perforaciones dañan la planta a nivel celular. Cuando el ataque es severo, las hojas pueden perder su función fotosintética afectando la producción.

Las moscas blancas son conocidas también por ser posibles transmisores de diferentes enfermedades víricas que afectan al cannabis.

Gravedad de infestación de moscas blancas:

  • Leve: Algún adulto visible en el cultivo.
  • Moderado: 5-10 adultos por planta en más de una planta.
  • Fuerte: 11-20 adultos por planta en muchas plantas.

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Prevención y control de la mosca blanca

La prevención es complicada en condiciones de exterior debido a la exposición continua. En exterior el mantenimiento de la fauna auxiliar y una biodiversidad de plantas disminuirá notablemente la incidencia de moscas blancas. La eliminación de plantas potencialmente hospederas también es una buena técnica preventiva.

En cultivos de interior es buena la utilización de trampas adhesivas amarillas para su identificación y conteo, así como el empleo de mallas anti-insectos en las entradas y salidas de aire. La forma más común de entrada en interior es por la introducción de material vegetal infectado.

Puesto que las condiciones climatológicas típicas de los cultivos de interior son muy favorables para su desarrollo, la prevención será decisiva para su control.

Algunos insecticidas como el aceite de neem pueden ser bastante efectivos como repelentes, disminuyendo la formación de poblaciones perjudiciales para las plantas durante la fase de crecimiento vegetativo. Hay que recordar que la aplicación foliar de agua durante la fase de floración es poco recomendable, al aumentar el riesgo de infecciones fúngicas sobre las inflorescencias.

Realizar el control de una población con numerosos individuos adultos durante la fase de floración es más complicado porque los tricomas dificultan la labor de búsqueda y captura de los parásitos y depredadores. La prevención y la suelta temprana de enemigos naturales reducen claramente los riesgos de alcanzar poblaciones críticas de moscas blancas que pueden resultar altamente perjudiciales para las plantas.

Aprender a convivir con la mosca blanca es la idea que deben aceptar los cultivadores de exterior, pero esto no significa que deban ignorarlas, ya que de lo contrario la producción se verá gravemente afectada.

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Los enemigos naturales comerciales más frecuentemente empleados son:

  • Las avispas parásitas Encarsia formosa y Eretmocerus eremicus para el control de la especie de mosca blanca Trialeurodes vaporariorum, más común en los cultivos de exterior.
  • Las avispas parásitas Eretmocerus mundus y Eretmocerus eremicuspara para el control de la especie de mosca blanca Bemisa tabaci, más frecuente en los cultivos de interior.

Los ácaros depredadores Amblyseius swirskii o la chinche Macrolophus caliginosus atacan las dos especies de moscas blancas indistintamente. Su eficacia es excelente cuando las manifestaciones son graves, especialmente durante la fase de floración.

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